Los
consumidores desconocen la mezcla de sustancias químicas que están tomando o
los problemas que pueden provocar, advierten los expertos.
En las
salas de emergencias de EE. UU. hubo más de 11,400 casos de problemas de salud
relacionados con el consumo de marihuana sintética en 2010, revela un informe, derivado de una investigación, reciente del gobierno.
En la
publicación del martes, el informe The DAWN Report de la Administración de
Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) de EE. UU. muestra los
riesgos potenciales relacionados con el consumo en aumento de la marihuana
sintética. El informe también lo pone en contexto, al observar, por ejemplo,
que el consumo de marihuana real fue la causa de muchas más visitas a
emergencias (más de 461,000) en el mismo periodo de tiempo.
"No
se trata de una epidemia", reconoció el contraalmirante Peter Delany, director
del Centro de Estadísticas y Calidad de la Salud Conductual
de la SAMHSA.
"Pero es un problema creciente. Y es necesario que pensemos en este asunto
y en cómo vamos a ocuparnos de él".
Desde que
apareció por primera vez en escena en Estados Unidos en 2008, la marihuana
sintética se ha vendido habitualmente con la apariencia de ser un
"incienso de hierbas" inocuo, según la Oficina de Política
Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca.
Hasta hace
poco, sin embargo, los clientes la pedían (llamándola "Spice" y
"K2") como una alternativa legal a la marihuana real, basándose en su
reputación de provocar un estado similar.
Pero
aunque los ingredientes, que son variables, normalmente se rocían en forma de
líquido sobre materiales vegetales, la llamada "falsa" marihuana es
exactamente esto: un brebaje químico sintetizado y no etiquetado, y no una
planta natural.
Estos
últimos años, la popularidad de la marihuana sintética ha crecido rápidamente,
sobre todo en los adolescentes estadounidenses que al principio acudían a
supermercados locales y a Internet para acceder de forma legal. Los autores del
informe se refirieron a un estudio sobre el consumo de drogas de 2011 que halló
que más del 11 por ciento de los estudiantes de último año de secundaria admitieron
haber probado la droga el año anterior.
A la vista
de estos números, la preocupación por los riesgos en la salud llevó a que se
establecieran restricciones en 38 estados, y en el verano de 2012 la Administración de
Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. impuso una prohibición a la venta mayorista
de todos los cannabinoides sintéticos.
El informe
actual de la SAMHSA
tiene en cuenta los datos de la supervisión de la salud pública sobre los 2.3
millones de visitas a las salas de emergencias de EE. UU. por abuso o un uso
inadecuado de drogas en 2010, en los que se incluye tanto a hombres como a
mujeres de edades comprendidas entre los 12 y los 29 años (que formaban la
mayor parte de los consumidores).
Los
pacientes varones realizaron el 78 por ciento de las visitas a emergencias por
marihuana sintética, señaló el equipo que realizó el informe, en comparación
con el 66 por ciento de las visitas por marihuana real.
La mayoría
(el 59 por ciento) de los que acudieron a emergencias por consumo de marihuana
sintética no habían usado ninguna otra droga en ese momento, mientras que el 36
por ciento la habían tomado junto con alguna otra droga, como la marihuana
real, alcohol o medicamentos recetados.
A la
mayoría de los pacientes por uso de marihuana sintética se les dio de alta
directamente desde la sala de emergencias, y menos de una cuarta parte necesitó
de atención de seguimiento tras su visita inicial, indicó el informe.
Sin
embargo, Delany indicó que la cantidad de problemas que puede llevar a un
consumidor de marihuana sintética a la sala de emergencias no se deben tomar a
la ligera.
"Pienso
que los padres y las comunidades necesitan más información sobre esta
droga", afirmó Delany. "Deberían ser conscientes de que no saben lo
que están comprando". No se sabe la potencia del compuesto químico. Y
también deberían saber que los jóvenes que la toman acaban en emergencias con
hipertensión, náuseas, vómitos, ansiedad, agitación y en ocasiones con
convulsiones. Así que no se puede decir que es una droga segura. Sobre todo si
decide mezclarla con otros componentes químicos".
El Dr.
Adam Bisaga, profesor de psiquiatría en la Universidad de
Columbia y psiquiatra especializado en adicciones del Instituto Psiquiátrico
Estatal de Nueva York, comparte esta opinión.
"Lo
cierto es que considerados en el contexto de otras formas de abuso de drogas,
los números que muestran aquí en relación a la marihuana sintética no son nada
en comparación con los de, por ejemplo, los analgésicos", afirmó Bisaga.
"Pero
en la medida en que se vende como parte de un 'paquete de especias', uno cree
que está fumando hierbas. Pero no son hierbas. No están fumando ni té ni
orégano. Se trata de sustancias químicas sintetizadas desde cero, para que
actúen sobre los mismos receptores del cerebro como la marihuana real. Pero
solo son puras sustancias químicas, sin control de calidad y con el potencial
real de resultar tóxicas", explicó.
"Hubo
un tiempo en que venderlas, e incluso consumirlas, se percibió como algo no
nocivo", observó Bisaga. "Pero esperemos que ahora, con las
prohibiciones adecuadas y con la publicación de este tipo de datos, veamos las
cosas tal como son".
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_131979.html
http://www.catedraderamiro.blogspot.com