Espere un segundo. No, es demasiado.
¿Recuerda
cuando estaba dispuesto a esperar unos cuantos segundos para que una
computadora respondiera al clic o un golpe en una tecla en un sitio web? Hoy
día, hasta 400 milisegundos, literalmente, un pestañeo, son demasiados, como
han descubierto los ingenieros de Google.
Ese retraso apenas perceptible provoca que la gente busque menos. “En el
subconsciente, no te gusta esperar”, dijo Arvind Jain, un ingeniero de Google
que es el maestro residente de la velocidad en la compañía. “Importa cada
milisegundo”.
Google y otras empresas de tecnología están en una nueva búsqueda de la
velocidad, que desafía a gente como Jain para que haga que lo rápido sea más
rápido. La razón es que los teléfonos celulares y las tabletas, deseosos de
datos, están generando frustrantes congestionamientos del tráfico digital, a
medida que la gente descarga mapas, videoclips de notas deportivas
sobresalientes, actualizaciones noticiosas o recomendaciones de restaurantes
cercanos. Es feroz la competencia para ser el más rápido.
La gente
visita un sitio web comercial o de noticias con menos frecuencia, si es más
lento en más de 250 milisegundos (un milisegundo es la milésima parte de un
segundo) que un competidor cercano.
“Doscientos
cincuenta milisegundos, ya sea más lento o más rápido, está cerca del número
mágico que hoy es una ventaja competitiva en la red”, dijo Harry Shum, un
científico en informática y especialista en velocidad en Microsoft.
Varía el
desempeño de los sitios web, al igual que las expectativas del usuario. Una
persona tendrá más paciencia al esperar la descarga de un videoclip que la de
un resultado de una búsqueda. Y es constante que los sitios web tengan que
sacrificar riqueza visual por tiempos de respuesta rápidos. A medida que los
sitios de entretenimiento y noticias, como el sitio web de The New York Times,
ofrecen más videoclips y gráficos interactivos, las cosas se hacen más lentas.
Sin embargo,
la velocidad importa en cada contexto, muestra la investigación. Cuatro de cada
cinco usuarios de internet darán un clic para salirse si se atasca la descarga
de un video.
En un
teléfono móvil, la descarga de una página web se lleva unos pausados nueve
segundos, según Google, que rastrea un enorme rango de sitios, desde las
compañías grandes hasta las legiones de blogueros individuales.
El tiempo de
descarga en una computadora personal promedia unos seis segundos en todo el
mundo, y cerca de 3.5 segundos en promedio en Estados Unidos. Los principales
motores de búsqueda, como Google y Bing de Microsoft, son los demonios de la
velocidad en internet, dicen analistas, y es típico que produzcan resultados en
menos de un segundo.
El deseo por
la velocidad en los teléfonos inteligentes es una oportunidad de negocio para
compañías como Akamai Technologies, que se especializa en ayudar a los sitios
web a servir con mayor rapidez. Akamai había planeado que a finales de marzo
introduciría un programa informático para la aceleración móvil para ayudar a
imprimir más velocidad a la descarga de un sitio web o una aplicación.
El gobierno
también reconoce la importancia de la velocidad en la computación móvil. En
febrero, el Congreso de Estados Unidos abrió la puerta para un incremento en la
capacidad de red para aparatos móviles, al proponer una legislación por la cual
se permita licitar las transmisiones públicas que hoy se usan para televisión
entre proveedores de internet inalámbrico.
La
superación de los baches de velocidad es parte de la historia de internet. En
los 1990, a
medida que se popularizaba la
World Wide Web, y se abarrotaba, se le llamó la World Wide Wait (espera
mundial). La invención y la inversión respondieron al llamado.
La primera
solución fue tender el cable de fibra óptica para las transmisiones de alta
velocidad. Sin embargo, más allá de la banda ancha, internet se hizo más rápido
por las innovaciones en los algoritmos de los programas informáticos para la
asignación de rutas de tráfico, y en la distribución de servidores de
computadoras en todo el mundo, más cercanos al usuario.
Akamai, que
surgió del Laboratorio de Ciencias Informáticas del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), forjó su voluminoso negocio
haciendo justo eso. La mayoría de los grandes sitios web usan hoy la tecnología
de Akamai.
La compañía
ve a internet móvil como el siguiente gran reto. “Las expectativas del usuario
se hacen cada vez más cortas, y la infraestructura móvil no se construyó para
este tipo de velocidad”, dijo Tom Leighton, cofundador y científico en jefe en
Akamai, quien también es catedrático en el MIT. “Y eso es una oportunidad para
nosotros”.
La necesidad
de la velocidad en sí misma parece estarse acelerando. A principios de los
1960, John Kemeny y Thomas Kurtz, los dos profesores del Colegio Dartmouth que
inventaron el lenguaje de programación BASIC, establecieron una red en la cual
muchos estudiantes podían entrar a una computadora enorme desde terminales en
teclados.
“Encontramos”,
observaron, “que cualquier tiempo de respuesta que promedie más de 10 segundos
destruye la ilusión de tener una computadora propia”.
En 2009, un
estudio de Forrester Research encontró que los compradores en internet
esperaban que se cargaran las páginas en dos segundos o menos –y a los tres
segundos, una gran parte abandonaba el sitio. Apenas tres años antes, un
estudio parecido de Forrester encontró una expectativa promedio por carga de
página de cuatro segundos o menos.
No se puede esperar dos segundos
La regla de
dos segundos todavía se menciona a menudo como estándar en sitios comerciales
en internet. No obstante, expertos en interacciones de personas y computadoras
dicen que es obsoleta esa regla.
“Hace mucho
que se superó el viejo lineamiento de los dos segundos en la pista de carreras
de las expectativas en internet”, dijo Eric Horvitz, un científico de los
laboratorios de investigación de Microsoft.
Google, que obtiene más ingresos por anuncios en internet que cualquier
otra empresa, es la que más se beneficiaría si se acelera. Jain, quien trabajó
en Microsofst y Akamai antes de integrarse a Google en 2003, es un gran defensor
de la velocidad tanto dentro como fuera de la compañía.
Encabeza el
programa “Hacer que internet sea más rápida”, iniciado en 2009. Asimismo, tiene
altos cargos en grupos de estándares para el sector.
La velocidad, dijo Jain, es un
elemento crítico en todos los productos de Google. Incluso, hay un presupuesto
para velocidad en toda la compañía; ni los nuevos ofrecimientos ni los retoques
a los productos deben desacelerar los servicios de Google. Aunque ha habido
fallas.
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