Hoy los científicos hacen un balance
del tiempo pasado y encuentran que la tierra, el agua, la atmósfera y los
alimentos están contaminados; la supervivencia de los animales y las plantas está
amenazada; las condiciones climáticas y todos aquellos factores que regulan el
equilibrio de la naturaleza, están deteriorados.
La
vida nunca fue más larga y más sana, rica y confortable, al menos para un
cuarto de la población mundial; en otras palabras, la tecnología y el avance
científico no deberían ser privilegio de unos cuantos, sería mejor ayudar a
los más necesitados de la tierra.
Una
sociedad agresiva con una tecnología cada vez más potente, continúa viviendo
con la naturaleza en forma equivocada, es una explotación basada en la idea de
que este planeta puede resistirlo todo y que sus recursos naturales son
inagotables: el petróleo, el carbón y los minerales son productos no
renovables, por lo menos a corto plazo.
Esperemos
que todo lo que hemos expuesto hasta ahora indique de manera inequívoca la
contradicción y el error. Al alterarse el ambiente natural, el hombre corre el
riesgo de provocar con sus propias manos, lo que solo a los escritores de
ciencia ficción habían imaginado, hacer inevitable el planeta tierra.
El
hombre sabrá encontrar los medios y tendrá el valor suficiente para afrontar y
derrotar las fuerzas malévolas que tratan de destruirlo todo; nunca en la
historia de la humanidad los científicos inventores ingenieros y astronautas
han gozado de tanto prestigio, poder y apoyo como en la época actual.
A
pesar de todo, el público se pregunta a menudo: “¿la ciencia moderna es amiga o
enemiga del hombre? ...lo único que sabemos es que la ciencia es el principal
instrumento de nuestra civilización y está empeñada en mejorar las condiciones
del hombre.
Gilberto Toro García
http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/el-papel-de-la-ciencia120720
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