La búsqueda de vida extraterrestre
inteligente siempre fue uno de los pilares de la investigación
astronómica, sin embargo, conforme las herramientas y los inventos van
mejorando la posibilidad de encontrar vida es cada vez más cercana. A pesar de
no poder declarar el hallazgo los mecanismos están avanzando y la ilusión se va
haciendo cada vez más real.
Los avances tecnológicos permiten
que nuevas herramientas sean desarrolladas para la búsqueda de vida
extraterrestre. Un campo en el que se ha trabajado mucho últimamente ha sido en
el de los radiotelescopios, aquellos receptores de frecuencias radiales que
permiten enviar y recibir mensajes estelares de todas partes del universo con
un muy largo alcance.
El
profesor Steven Tingay de la
Universidad de Curtin en Australia ha hecho uso de un grupo
de radiotelescopios llamados Australian Long Baseline Array, parte del proyecto
SETI, para enviar e intentar recibir información desde un sistema solar con dos
exoplanetas que podrían albergar vida.
Gliese 581
Este
sistema solar, con su estrella principal llamada Gliese 581, es uno de los que
ofrece mayores posibilidades de vida dado sus características planetarias y
orbitales. Lo magnífico y novedoso de este nuevo estudio es que se ha podido
encasillar la recepción dirigida a solamente este sistema solar, que de paso
decimos está muy lejos. En cierto sentido este es el primer paso para empezar a
estudiar uno a uno todos estos planetas que podrían albergar vida.
A diferencia de los radiotelescopios
convencionales, que también pueden recibir ondas de planetas lejanos, la
suma de varios de estos radiotelescopios puede discriminar las ondas
dependiendo de su lugar de emisión, y así detectar aquellos que provienen de la Tierra o de ondas que
rebotan en satélites que orbitan la tierra.
Respuesta a las señales
A
pesar de que los estudios realizados sobre Gliese 581 no han revelado ninguna
señal significativa está claro que los avances en estas técnicas pueden darnos
un acercamiento a una posible señal.
Los
científicos aclaran que se recibió una señal de 7 megawatts per hertz que no
era un mensaje pero era algo y esto significa que tal vez los posibles
habitantes del planeta manejen las ondas de radio pero que no hagan uso de
ellas para enviar radiofrecuencias espaciales.
Los estudios realizan un
reconocimiento de onda que van desde 1230 a 1544 MHz. Aunque este sea un espectro
chico de la inmensa radiofrecuencia no es un número aleatorio. Se
elige esta onda por tratarse de una onda que comprende el hidrógeno neutro.
Este es el elemento más encontrado en el espacio y por lo tanto el mejor canal
para la emisión y recepción de señales.
Se
supone que si una especie de vida extraterrestre inteligente tiene
conocimientos sobre radio frecuencias espaciales también usará esta frecuencia
para comunicarse.
De momento los estudios continuarán
realizándose y se piensa que con la construcción del SKA, el nuevo conjunto de radio
satélites terrestres, la obtención de este tipo de información alcanzará los
límites de lo imaginado.
http://www.ojocientifico.com/3745/la-busqueda-extraterrestre-avanza
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