domingo, 13 de mayo de 2012

LOS RIESGOS DE LA NANOMEDICINA


La nanotecnología está cambiando el mundo. Los materiales a escala 'nano' -un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro- presentan propiedades físicas y químicas distintas a las que poseen a escala macro, y pueden mejorar las prestaciones de la tecnología a la que se incorporan. Hoy en día, los nanomateriales se emplean en sectores muy diversos, como el fotovoltaico, el textil, el farmacéutico, el cosmético, la construcción y la automoción, y se están descubriendo como una eficaz herramienta para combatir el cáncer y otras enfermedades.
Los nanomateriales son materiales a los que se les ha incorporado nanopartículas y nanofibras que los dotan de nuevas propiedades. "Cualquier sustancia, en estos tamaños, cambia sus características físicas y químicas, porque la misma cantidad en gramos tiene expuesta una superficie mucho mayor para interactuar", explica María Pascual de Zulueta, coordinadora general de Gaiker IK4. No solo pueden mejorar sus propiedades; también pueden generar reacciones adversas, diferentes a las de las mismas sustancias en escala convencional y macro, y que pueden suponer un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
Precisamente eso es lo que estudia la nanotoxicología, una nueva especialidad que "persigue ahondar en el conocimiento científico sobre los posibles riesgos toxicológicos derivados de su empleo", define. "Son nuevos materiales, no se conocen sus efectos tóxicos sobre la salud". Además, los parámetros de detección existente no son válidos debido a su tamaño. Por este motivo, Gaiker IK4 acoge hoy el congreso 'Evaluación de la seguridad de los nanomateriales: situación actual y restos futuros', al que han asistido cerca de 70 científicos de todo el mundo.
Su objetivo es profundizar sobre la calidad de los estudios actuales de este nuevo campo, con un especial énfasis en la seguridad de los procesos y la validación de ensayos in vitro frente a los ensayos in vivo. "Estas técnicas permiten evaluar la toxicidad mediante ensayos en un laboratorio con células en cultivo, al tiempo que hacen posible evitar en gran medida el uso y sacrificio de los animales", explica Pascual de Zulueta.
Actualmente, se utilizan unos 12 millones de animales en el mundo para experimentar, sobre todo, en el sector farmacéutico. "Los más habituales son ratones, ratas y conejos", detalla Bart de Wever, secretario ejecutivo de In Vitro Testing Industrial Platform (IVTIP), una entidad internacional que desde 1993 trabaja para generalizar los tests in vitro, y que colabora en la organización del congreso. Por un lado, por el gran rechazo social que hay hacia estas prácticas. Y, en segundo lugar, porque en los primeros estadios de una investigación no resulta eficiente. "Los resultados no son fiables, hay demasiadas diferencias con los seres humanos, y además es un proceso muy costoso".
Nanopartículas contra el cáncer
En el laboratorio de estudios celulares que Gaiker IK4 tiene en el Parque Tecnológico de Bizkaia se cultivan células humanas para evaluar qué fármacos podrían ser efectivos en el tratamiento de enfermedades como el cáncer de mama y de hígado. Los prueban mediante tests nanotoxicológicos in Vitro. "Ponemos en contacto estos materiales con las células en unas condiciones determinadas y durante un tiempo regulado para ver cómo afecta a la muerte celular", detalla Pascual de Zulueta. "El experimento se reproduce más fácilmente y es más fiable a la hora de sacar conclusiones". De esta manera, pueden descartar componentes nocivos en los primeros estadios de la investigación, y evitar que lleguen hasta los animales en pasos más avanzados. "Las agencias reguladoras disponen de unos protocolos muy estrictos para probar un nuevo producto, y exigen que más adelante se prueben en animales".
Estos ensayos in Vitro son una excelente alternativa al uso de animales para determinados estudios. "Por ejemplo, el de los efectos de un producto sobre el hígado se realizará con células hepáticas, que constituyen una herramienta idónea en la predicción de la toxicidad y el metabolismo hepático de compuestos nuevos", explica la coordinadora de Gaiker IK4. Junto con el hígado, la piel y los pulmones son los órganos que más podrían verse afectados por una reacción adversa del producto.
En la actualidad, existen varios proyectos europeos encaminados a proponer modelos in vitro validados para la evaluación nanotoxicológica. Uno de ellos es Nanother, liderado por Gaiker IK4, en el que se están utilizando nanopartículas como vehículos para conducir moléculas terapéuticas a un órgano diana. "Primero se debe evaluar su toxicidad", indica Pascual de Zulueta. "Otras veces, nos puede interesar que esa nanopartícula sea tóxica porque, si queremos matar una célula cancerígena, lo que interesa es llegar al órgano diana con una molécula que va a matar únicamente las células cancerígenas". El centro tecnológico también participa en Skintrat, que está desarrollando nuevas formulaciones terapéuticas en forma de crema que contienen nanopartículas a base de minerales del mar muerto para patologías de la piel, como psoriasis y atopías.
http://ciencia.elcorreo.com/tecnologia/2012-04-19/riesgos-nanomedicina-20120419.html

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