viernes, 24 de abril de 2015

EL BIG BANG CUMPLE 50 AÑOS

En 1964, Robert Wilson y Arno Penzias, dos ingenieros de la compañía Bell Labs, andaban ocupados construyendo una nueva antena de comunicaciones. Durante su trabajo, detectaron un ruido de fondo que no eran capaces de eliminar y que no sabían de dónde procedía. Finalmente, aquella radiación fue identificada como el fondo cósmico de microondas, una radiación fósil que era como una especie de eco del Big Bang. El descubrimiento, que mereció el premio Nobel, daba la razón a los científicos que habían defendido la idea de que el universo comenzó en un pequeño punto extremadamente caliente y denso desde el que se expandió.

James Peebles (Winnipeg, Canadá, 1935) fue uno de los científicos que había predicho la existencia de aquella radiación de fondo. Poco antes del hallazgo de los ingenieros de Bell, había planeado su búsqueda junto a otros investigadores de la Universidad de Princeton (EE UU). Según el físico canadiense, ni él ni sus compañeros expresaron decepción alguna por haber sido adelantados en una carrera con el Nobel de fondo. “Lo que existía era emoción ante los datos sobre el origen del universo que estaban allí para ser medidos y analizados”, aseguraba en un artículo que recordaba el 50 aniversario del hallazgo.

Durante los primeros tiempos tras la explosión inicial, el universo estaba demasiado caliente como para que los átomos fueran estables. En ese entorno de núcleos y electrones sueltos los fotones de luz no podían circulaban libremente y el cosmos era como una sopa opaca. Pero cuando el universo tenía unos 380.000 años se había enfriado lo suficiente como para que se formaran átomos neutros y los fotones empezaron a viajar libremente. El universo se hizo transparente. Aquellos fotones entonces eran de altísima energía, pero ahora, 13.820 millones de años después, se han enfriado en el universo en expansión hasta esa temperatura equivalente de pocos grados kelvin de la radiación que Penzias y Wilson descubrieron.

El descubrimiento del fondo de radiación de microondas, predicho por la teoría del Big Bang, no solo convenció a la comunidad científica de la validez del origen caliente del universo, sino que abrió las puertas a la búsqueda de las fluctuaciones que más tarde crecerían para dar lugar a las galaxias y toda la estructura a gran escala del universo, que se descubrió 30 años más tarde y que nos está permitiendo hoy en día conectar el universo primitivo (la teoría de la inflación) con el universo actual en expansión acelerada.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/02/25/actualidad/1393353195_324347.html

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