En la vida cotidiana del hombre se maneja una cantidad de conocimientos
que nos permite resolver los problemas y las situaciones del momento.
Según su grado de profundidad y su relación a la verdad, los griegos
distinguían entre doxa y episteme.
La doxa u opinión era un conocimiento superficial, parcial y limitado, vinculado a la percepción sensorial, primaria e ingenua. El conocimiento dóxico versa sobre las apariencias, no sobre la realidad. Se trata de un conocimiento fenoménico y, en consecuencia, engañoso e, incluso, falso. De ahí que sea catalogado como un conocimiento inferior, empírico, característico de la gente no instruida, inculta, es el saber vulgar. Actualmente esta valoración negativa sobrevive cuando se homologa a opinión, al sentido común o al conocimiento ordinario que, por su carácter acrítico, asistemático y contradictorio, se opone al conocimiento científico: explicativo, sistemático, metódico y crítico.
Episteme, por el contrario, suele traducirse como conocimiento científico, pero para los griegos tenía aún el carácter especializado que hoy se atribuye a la ciencia. Para ellos era un saber absolutamente necesario, porque penetraba hasta las causas y fundamentos de las cosas; objetivo, porque dependía de la naturaleza misma y no de nuestras construcciones artificiales; sistemáticas, porque estaba organizado de acuerdo con parámetros lógicos y racionales: no era el resultado de una mera acumulación sin orden ni concierto. En consecuencia, era un conocimiento pleno, total, no fragmentario ni parcial, ya que versaba sobre la realidad misma, comprendía sus conexiones profundas, necesarias y últimas, de modo que era capaz de dar razón del por qué íntimo de las cosas. El significado de episteme ha variado a lo largo de los siglos, pero su vieja aspiración de alcanzar un conocimiento cierto, verdaderamente explicativo, bien fundamentado, organizado sistemáticamente y, a ser posible, riguroso y exacto, siguen vivos en las ciencias y la filosofía.
Es por eso que el conocimiento se nos presenta como algo inmediato, como
lo que se sabe acerca de nuestro mundo, como algo natural casi, que nos cuesta
esfuerzo adquirir. Todos sabemos que la tierra gira alrededor del sol cada 365
días, que el universo actual se encuentra en un proceso de expansión, que es posible
obtener una nueva forma de vida a partir del genoma humano, además que el átomo
se compone de un núcleo y de electrones.
Todo parece muy sencillo hasta aquí, pero nuestra perspectiva cambia si
de pronto nos hacemos la pregunta: ¿cómo es que sabemos todo esto? ¿Cómo sabemos
que es verdad, si no hemos podido comprobarlo directa y personalmente.
Frente a las preguntas formuladas, se vislumbra un problema de lo que es
el conocer, el saber algo acerca de los objetos que nos rodean y acerca de nosotros
mismos.
Y ese problema radica fundamentalmente en que los seres humanos necesitan
para desarrollar su vida y responder a sus inquietudes, de un conjunto amplio
de conocimientos pero, por otra parte, la verdad no se muestra directa y
llanamente a nuestra percepción, debe ser buscada, encontrada por medio de un
trabajo indagatorio que tiene como referente los mismos objetos de los que
intentamos conocer algo.
Surge entonces una primera distinción que es preciso resaltar,
particularmente para los estudiantes: no debemos confundir una afirmación (que
puede ser cierta o falsa, no importa en este caso) respecto a un hecho o a un
objeto, con el proceso mediante el cual se ha obtenido el conocimiento cuyo
resultado es esa afirmación.
El hombre, en su proceso histórico, ha realizado diferentes
construcciones desde su intelecto, a partir de experiencia sensorial,
teológica, filosófica o científica. Se hacen como razón, sentimiento y voluntad.
Todas estas construcciones del intelecto, donde se vuelcan también toda
la pasión y el sentimiento de quienes la construyeron, deben verse como parte
te un proceso más que de un receptáculo de infinidad de errores por cuanto
ellas demuestran que las primeras aproximaciones en la búsqueda de la verdad
siempre son difíciles. Se llega a la verdad después de cometer errores.
El conocimiento viene de (del griego, episteme, 'conocimiento'; logos, 'teoría').
Rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean la
teoría del conocimiento.
La epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos
relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible
y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta
entre el que conoce y el objeto conocido.
DOXA
Y EPISTEME
La doxa u opinión era un conocimiento superficial, parcial y limitado, vinculado a la percepción sensorial, primaria e ingenua. El conocimiento dóxico versa sobre las apariencias, no sobre la realidad. Se trata de un conocimiento fenoménico y, en consecuencia, engañoso e, incluso, falso. De ahí que sea catalogado como un conocimiento inferior, empírico, característico de la gente no instruida, inculta, es el saber vulgar. Actualmente esta valoración negativa sobrevive cuando se homologa a opinión, al sentido común o al conocimiento ordinario que, por su carácter acrítico, asistemático y contradictorio, se opone al conocimiento científico: explicativo, sistemático, metódico y crítico.
Episteme, por el contrario, suele traducirse como conocimiento científico, pero para los griegos tenía aún el carácter especializado que hoy se atribuye a la ciencia. Para ellos era un saber absolutamente necesario, porque penetraba hasta las causas y fundamentos de las cosas; objetivo, porque dependía de la naturaleza misma y no de nuestras construcciones artificiales; sistemáticas, porque estaba organizado de acuerdo con parámetros lógicos y racionales: no era el resultado de una mera acumulación sin orden ni concierto. En consecuencia, era un conocimiento pleno, total, no fragmentario ni parcial, ya que versaba sobre la realidad misma, comprendía sus conexiones profundas, necesarias y últimas, de modo que era capaz de dar razón del por qué íntimo de las cosas. El significado de episteme ha variado a lo largo de los siglos, pero su vieja aspiración de alcanzar un conocimiento cierto, verdaderamente explicativo, bien fundamentado, organizado sistemáticamente y, a ser posible, riguroso y exacto, siguen vivos en las ciencias y la filosofía.
He aquí unos de los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos: elucidar
en que consiste el acto de conocer, cual es la esencia del conocimiento, cual
es la relación cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean.
A pesar de que es una operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo
que sucede cuando conocemos algo. La definición más sencilla nos dice que
conocer consiste en obtener una información acerca de un objeto. Conocer es
conseguir un dato o una noticia sobre algo. El conocimiento es esa noticia o
información acerca de ése objeto.
La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. Para precisar su
ubicación en el todo que es la filosofía, es necesario que antes aparezca una
definición esencial de esta.
Una definición esencial de la filosofía se podría obtener atendiendo el
significado de la palabra.
El término filosofía deriva del griego y quiere decir amor a la sabiduría
o, lo que es lo mismo, deseo de saber, de conocer. Inmediatamente se nota que
no se puede de obtener de la filosofía una definición esencial, y, por lo
tanto, obligatoriamente se debe de emplear otro método.
El carácter de científico otorgado a un tipo determinado de conocimiento,
es producto de un acto consciente e intencionado de búsqueda, de una
explicación más objetiva de la realidad, pudiendo ser comprobada en cualquier
parte del orbe, adquiriendo su carácter de “universal”.
Frente a la necesidad local de enfrentar una determinada situación
problema, el valor utilitario del conocimiento, tiene mayor relevancia que su
condición de universalidad.
La elaboración de explicaciones vinculadas a una solución concreta,
fortalece la posición del hombre, lo potencia, le ofrece una plataforma
concreta sobre la cual construye su propia apreciación, además de enseñarlo a
valorar construcciones teóricas ajenas; se hace un ser “universal”.
Esta concepción epistemológica se fundamenta en el hecho de que el hombre
es un ser, que se construye a sí mismo, siendo a su vez, concreción cultural,
histórica, espacial, y ambiental. Se construye a sí mismo pues dispone de un
recurso natural, adicional a los sentidos, con el cual elabora una
interpretación del mundo, que le permite tomar conciencia de su propia
condición del mundo relacional.
En esta concepción, se insiste sobre la realidad como él mismo, todo
aquello que está en el entorno del hombre, en lo físico/natural y social y el
efecto que él causa.
La realidad es rica en formas, colores, olores y sabores y de una gran
diversidad y complejidad con propiedades que le son inherentes. Lo cualitativo
o lo cuantitativo que le atribuimos a la misma, son desarrollos teóricos que
permiten percibirla de una manera particular e interpretarla con valoraciones
comparativas.
Dentro del contexto en el que opera la presente concepción epistémica, el
hombre cuenta con ciertos componentes con los cuales interpreta su realidad:
uno de índole natural como ser pensante y otros de carácter cultural como construcciones
teóricos que median entre él y su mundo, los cuales agrupamos en categorías epistemológicas.
El método se conceptualiza como un recurso inherente a la condición
humana, mediante el cual la persona se acerca a una interpretación de la
realidad.
Tiene el mayor nivel de concreción, pues él define la conducta
interpretativa de la realidad. El recurso metódico no es un
elemento de mediación pero fundamenta y da coherencia a nuestra construcción
teórica.
El conocimiento es, más que nada, un proceso, no un acto único o algo que
se alcanza bruscamente y de una vez. Es un proceso no sólo desde el punto de
vista histórico sino que también lo es en lo que respecta a cada caso en particular,
a cada descubrimiento, teoría, o hipótesis que se elabore.
Conceptualizamos el método como el recurso lógico y natural que
complementa a los sentidos, para procesar la información proveniente del mundo
que lo rodea.
Posee una secuencia de pasos, etapas o tareas organizados secuencialmente,
para alcanzar un conocimiento cónsono con la realidad misma. El método
permite al hombre ser humano, desarrollando su capacidad de
intervenir el mundo con la finalidad de satisfacer sus necesidades.
En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos:
·
El sujeto que conoce.
·
El objeto conocido.
·
La operación misma de conocer.
·
El resultado obtenido que es la información recabada acerca del objeto.
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y
obtiene una información acerca del mismo. Cuando existe congruencia o
adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente, decimos
que estamos en posesión de una verdad.
El conocimiento suele entenderse como:
·
Hechos, o datos de información adquiridos por una persona a través de la
experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un tema u
objeto de la realidad.
·
Lo que se adquiere como información relativa a un campo determinado o a
la totalidad del universo
·
Conciencia o familiaridad adquirida por la experiencia de un hecho o situación.
DIFERENTES TIPOS DE CONOCIMIENTO
Las concepciones obtenidas por el hombre, en su evolución histórica,
desde sus interpretaciones de la realidad a partir de su aproximación sensorial
como lo hizo en los sistemas míticos y religiosos, no se pueden desestimar pese
a sus errores, sino que deben ser comprendidas como parte de un proceso gradual
de afirmación de un saber más válido.
El hombre es un ser complejo, dotado de capacidad de raciocinio, pero
también de una afectividad y por ello tiene maneras diferentes de aproximarse a
un objeto de interés. Ante un amanecer puede dejarse llevar de sus sentimientos
y expresarse de una manera determinada ante la majestuosidad del paisaje.
También puede tratar de buscar las causas de dicho amanecer, la composición de
la luz, sus condiciones calóricas y magnéticas.
En resumen, puede embargarse de una emoción que le haga ver la obra de un
dios o también puede situarse frente a ello evaluando sus posibilidades de
aprovechamiento material, desde el punto de vista de resolver sus problemas y
necesidades y de comprender la magnitud del universo del cual hace parte.
Cualquiera sea la posición se produce un tipo de conocimiento. Con esto
se demuestra que existen diversas aproximaciones, igualmente legítimas, hacia
un mismo objeto. La expresión del amanecer, es una forma poética válida y sustentada
en un sentimiento; la otra vista desde la composición de la luz, de sus
condiciones calóricas y magnéticas, estudiada y comprobada, también válida,
sólo que se diferencian porque son construidas, unas desde el sentimiento,
otras desde la razón.
Las dos concepciones anteriores dan lugar a dos tipos de conocimiento:
· Sensorial: Da origen a las concepciones míticas y religiosas. También se
obtiene a partir de la experimentación de los fenómenos del entorno. Es la
forma primitiva del conocimiento.
· Científico: Da origen a la construcción de la realidad a partir de la observación,
la experimentación y la comprobación. La ciencia utiliza el conocimiento
filosófico para explicar sus hallazgos y formular teorías.
En la generación de conocimiento científico se debe delimitar el campo
del razonamiento y evitar que sea invadido por el sentimiento o la emoción,
para lograr que aquello que pertenece a la intuición religiosa o a la
elaboración estética no pierdan su integridad.
CONCEPTO DE CIENCIA
La ciencia hace
parte de de la cultura del hombre, requiere de esfuerzos permanentes en procura
del objetivo de adquirir conocimientos sólidos acerca de la realidad.
La ciencia es el conocimiento ordenado y mediato de los seres y sus propiedades,
por medio de sus causas. El saber científico no aspira a conocer las cosas superficialmente,
sino que pretende entender sus causas porque de esa manera se comprenden mejor
sus efectos. Se distingue del conocimiento espontáneo por su orden metódico, su
sistematicidad y su carácter mediato.
El conocimiento es ordenado y mediato, porque si tuviéramos un intelecto
como el de Dios lo sabríamos todo. Mas, para conocer las cosas a fondo
necesitamos utilizar la razón, observar más detenidamente, y esto requiere un
gran tiempo de dedicación, un trabajo constante, ordenado, metódico.
Estas características son las que distinguen al conocimiento científico
del conocer común.
· La ciencia es descriptiva, explicativa, definitoria, etc., investiga que
son las cosas, como actúan, como se relacionan, cuando, cómo, dónde, por qué.
· Las ciencias pretender establecer leyes, basadas en conceptos generales,
en las características en común de las cosas y en lo que se repite en los
fenómenos.
· La ciencia es un conjunto de conceptos y propiedades que convergen en un
objeto, y que contiene datos, explicaciones, principios generales y
demostraciones acerca de éste.
OBJETIVIDAD DE LA CIENCIA
En la explicación de los hechos no debe intervenir nada individual, ni
preferencias, ni tendencias ni aspiraciones, ni tampoco deben ser agregadas a
éstos.
La ciencia quiere ser conocimiento, puede que el hombre de ciencia sea
impulsado por una pasión, y puede quedar satisfecho con los resultados
obtenidos pero el conocimiento mismo no debe verse afectado por estos
elementos. Se puede decir que la búsqueda del conocimiento es un acto de coraje
porque hay que sacrificar todo interés que no sea el de la verdad.
El hombre trabaja con su inteligencia, la voluntad y el sentimiento se
ponen al servicio de ésta. No hay que utilizar la inteligencia para que amolde
los hechos a fines diferentes a la obtención de la verdad. Se ha dicho que la
ciencia es ver la realidad a través de un manera de pensar, que las cosas no
son lo que ellas son sino lo que nosotros somos, aquí interviene la
subjetividad.
Pero la ciencia trata de eliminar toda subjetividad. Hay que aclarar que
esto no significa la eliminación del sujeto, sino que este interviene
activamente con su inteligencia. Por ser una creación del hombre necesita de su
inteligencia.
La eliminación de la subjetividad significa una eliminación de los
elementos afectivos y volitivos (de la voluntad). Estos no se tienen que
incorporar al sistema de relaciones en que consiste la ciencia y no deben
modificar el fin de la ciencia, que es conocer la realidad. La ciencia es objetiva
pero es un hecho humano. (19)
VISION CIENTIFICA TECNICA
En ciencias, es común asumir la existencia de un continuo progresivamente
complejo, integrado por los datos, la información, el conocimiento y la
sabiduría. Así, se define al conocimiento como el conjunto organizado de datos
e información que permiten resolver un determinado problema o tomar una
decisión (conocimiento "accionable").
Para alcanzarlo se aplica el llamado método científico, existiendo
múltiples vías de llegar obtener conocimiento: método empírico, método
histórico, método lógico, analogía, etc. En general, para que una creencia
constituya conocimiento científico no basta con que sea válida y consistente
lógicamente, pues ello no implica su verdad.
Para que una teoría deba ser considerada como verdadera, deben existir,
desde el punto de vista de la ciencia, pruebas que la apoyen. Es decir, debe
poder demostrarse su verosimilitud empleando el método científico, conforme a
una lógica empírica y un método experimental.
Esto sin embargo se ve seriamente complicado si se introducen
interrogantes relativas a la suficiencia de dicho método, como por ejemplo, la
transparencia de los hechos (¿existen los hechos puros o más bien
interpretaciones?), la factibilidad de la pretensión de objetividad y
neutralidad valórica.
CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS
Las ciencias que se ocupan de objetos ideales, en las que se opera
deductivamente, como las matemáticas o la lógica, son llamadas ciencias
formales. Las ciencias físicas y naturales, son las ciencias fácticas, pues se
interesan por objetos materiales, e incluyen la física, la química, la biología.
Si bien los seres humanos también pudieran incluirse como objetos de este
tipo de ciencia, cuando nos referimos a sus conductas, manifestaciones sociales
y culturales, se habla de ciencias humanas, donde entran la sicología, la economía
y la antropología entre otras.
Muchos problemas reales no admiten un tratamiento unilateral sino que
sólo pueden resolverse mediante un esfuerzo interdisciplinario. Así, el tratar
de determinar el orden socio-económico de una sociedad es una tarea a la vez
sociológica, política, histórica y económica.
Por otra parte, según el tipo de interés que orienta la búsqueda de
conocimientos, las ciencias pueden dividirse en puras o aplicadas.
Las ciencias puras son las que se proponen conocer las leyes generales de
los fenómenos estudiados, elaborando teorías de amplio alcance para comprenderlos.
Las aplicadas, por su parte, concentran su atención en estas
posibilidades concretas de llevar a la práctica las teorías generales, y
destinan sus esfuerzos a resolver las necesidades que se plantean la sociedad y
los hombres.
De estas últimas ciencias surgen las técnicas concretas que se utilizan
en la vida cotidiana. Ejemplo: de las ciencias físicas, que son puras, surgen
las ramas de la ingeniería mecánica, electrónica, de la biología, la química,
la medicina y otras en general.
No hay ciencia aplicada que no tenga detrás suyo un conjunto sistemático
de conocimientos teóricos “puros” y casi todas las ciencias puras son aplicadas
constantemente a la resolución de dificultades concretas.
http://www.catedraderamiro.blogspot.com
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