miércoles, 22 de febrero de 2012

T4B JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS

Con la formulación del problema se hace la primera aproximación a la delimitación del tema. La delimitación del tema a investigar es una etapa ineludible en todo proceso de obtención de conocimientos porque permite reducir el problema inicial a dimensiones prácticas dentro de los cuales es posible efectuar los estudios correspondientes.

Esta delimitación habrá de efectuarse en cuanto al tiempo y al espacio para definir el problema en un contexto definido y homogéneo. También se acostumbre delimitar el tema en cuanto a su contenido. En esta etapa se acota el problema de la investigación, se reduce el campo de la investigación.

De esta manera la investigación puede ser más profunda. Acá se fijan los objetivos, generales y específicos, del trabajo a desarrollar, aclarando qué fines se considera posible alcanzar concretamente.

No puede hacerse investigación científica estudiando todo a la vez, sin ningún orden ni disciplina y sin tener una idea, aunque sea aproximada, de lo que se irá a alcanzar: es necesario contar con un tema de estudio preciso y bien delineado que, por sus proporciones, pueda ser investigado en correspondencia con nuestros recursos teóricos y materiales.

Una vez que se ha concebido la idea de investigación y el científico o el investigador han profundizado el tema en cuestión, se encuentran en condiciones de plantear el problema de investigación. En realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de investigación.

El seleccionar un tema, una idea, no coloca inmediatamente al investigador en una posición que le permita comenzar a considerar qué información habrá de recolectar, por qué métodos y cómo analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos concretos y explícitos y de manera que sea susceptible de ser investigado por procedimientos científicos.

Como señala Ackoff (1953), un problema correctamente planteado está parcial­mente resuelto, a mayor exactitud corresponden más posibilidades de obtener una solución satisfactoria. En algunas ocasiones el investigador sabe lo que desea hacer pero no puede comunicarlo a los demás y es necesario que realice un esfuerzo por traducir su pensamiento.

Como cualquier fenómeno del universo el problema de investigación no es estático sino que corresponde a una dinámica. Ya que los problemas existen en un estadode latencia (sus manifestaciones aún no son evidentes) esperando ser reconocidos.

Aunque el problema este latente, no siempre se reconoce en su totalidad, parte de él puede ser identificado cuando algo de éste se manifiesta, por lo tanto al visualizar el problema tal vez se encuentren varios enigmas con aspectos que requieren respuesta, si eso sucede, se deben reducir o ubicar en metas que se puedan abordar a un solo estudio, por consiguiente hay que plantearlo de forma adecuada, con un lenguaje claro y conciso, es decir hay que delimitarlo.

La formulación del problema se hace en forma de pregunta. Con base a su respuesta es que podrá resolverse el problema práctico, pero es preciso hacer de partida esta distinción para disipar frecuentes equívocos.

El objetivo fundamental de la investigación es resolver precisamente dicho problema (encontrar la respuesta) y su éxito deberá medirse por la claridad, la pertinencia y la precisión de dicha respuesta.

La identificación y clara delimitación de un problema con miras a su investigación científica no es algo fácil de lograr, pues no existen reglas para ello; el acto mismo de "inventar" o descubrir un problema es algo que escapa al análisis lógico. 

Sin embargo, pensar verdaderamente un problema determinado que sea teóricamente significativo y, en principio investigable, puede convertirse en una organización de reflexión muy cuidadosa y que no suele emprenderse sin un mínimo de vocación.

Lo que sucede generalmente que cuando uno se plantea un problema que cree que ya esta delimitado al ir consultando más información resulta que se derivan una serie de preguntas que para nosotros pueden ser problemas, de tal manera que nuestro problema original resulta un problema muy general , por lo que la última pregunta de la cual ya no se derive otra que nos interese será nuestro problema a investigar, como puede apreciarse en la siguiente figura.

La delimitación del problema, es la pregunta concreta o específica cuya redacción visualiza la estructuración de la investigación en su conjunto.
El planteamiento y delimitación del problema implican la elaboración de un proyecto de investigación en el que se señalarán: qué se va a investigar, cómo se va a investigar y con qué recursos teóricos y materiales  se va a investigar.

En esta fase se obtiene como producto básico el problema de investigación y a partir de él se formulan y determinan los demás aspectos de un proyecto (objetivos, hipótesis) justificación, procedimientos, bibliografía etc..). No delimitar confunde y nos lleva a diferentes caminos. (García- Córdoba 2004).

Al describir un problema, se deben ubicar en la realidad; así, un problema investigable es una dificultad conectada con una situación de complejidad en la que hay una duda por resolver y pueden preverse dos o más soluciones.

Antes de empezar es necesario aislar, pensar y aclarar los hechos que originan el problema; es importante establecer límites razonables, para lo cual se puede descomponer la pregunta original en varias secundarias.

Al describirse un problema se deben presentar fundamentos del estudio, teorías en las que basó y los presuntos básicos en los que se sustenta la expresión del problema, un enunciado completo incluye todos los hechos, relaciones y explicaciones que sean importantes, hay que enmarcarlo en un información descriptiva o en una pregunta que indique con claridad que conclusión se obtendrá para resolver el problema.

Un problema bien planteado es un problema resuelto, ya que sí el planteamiento teórico y/o práctico es muy confuso o complicado, el problema no se va a resolver. En la delimitación del tema se deben incluir los objetivos de la investigación a desarrollar, aclarando qué fines se considera posible alcanzar concretamente y surge de la necesidad de contar con un tema de estudio preciso y bien delineado.

Una vez seleccionado un problema que merezca la atención del investigador se hace imprescindible formular la siguiente pregunta:

¿Cuál es el objeto de estudiar el problema X?

Dicho de otro modo, es preciso determinar, en esta fase inicial de trabajo los objetivos básicos que persigue la investigación, tarea que debe ser realizada con rigurosidad y en forma explícita.

Debe recordarse que hacer ciencia es tratar de aportar nuevos conocimientos sobre algún aspecto de la realidad, por lo que toda investigación puede definirse como el intento de conocer algo, de averiguar algo, de saber algo.

Una investigación se justifica simplemente por la necesidad de esclarecer algún problema que resulta de interés dentro del mundo científico.

Cuando se analizan los fines que, este sentido, persigue la investigación, nos estamos refiriendo a sus objetivos extrínsecos o externos, porque se refieren a la utilidad que, fuera del ámbito estrictamente científico, van a tener las conclusiones que se saquen.

Desde este punto de vista las investigaciones se clasifican en dos tipos: puras y aplicadas.

Son investigaciones puras aquellas que no persiguen una utilización inmediata para los conocimientos obtenidos, aunque ello no quiere decir, que estén desligadas de la práctica.

La investigación aplicada persigue fines de aplicación directos e inmediatos.

Pero los fines de una investigación deben también especificarse en cuanto al tipo de conocimiento que el científico espera obtener al finalizar su trabajo. Nos estamos refiriendo, en este caso, a los objetivos internos o intrínsecos de la investigación, o sea la calidad de los hallazgos que pretendemos alcanzar.

Un aspecto importante en todo proceso investigativo es la definición de los objetivos extrínsecos o intrínsecos o del rumbo que debe tomar la investigación que va a realizarse. (Carlos Sabino 1980).

Así entonces los objetivos son los propósitos del estudio; expresan el fin que pretende alcanzarse y, por tanto, todo el desarrollo del trabajo de investigación se orientará a lograr dichos Objetivos.

Estos deben ser claros y precisos para evitar confusiones o desviaciones; sin embargo, esto no implica que no puedan cambiarse durante la ejecución de la investigación ya que en algunos casos es necesario rehacerlos. Ahora, dado que todo objetivo implica la acción que se desea lograr, entonces, es importante tener en cuenta que al redactarlos deben utilizarse verbos en infinitivo.

Se debe recordar que las primeras etapas de la investigación son inherentes a la fase de planeación. Planificar un trabajo es fijar un programa que regule diferentes actividades que cumplen con su Objetivo.

El planeamiento implica la incursión de todas las actividades preparatorias relacionadas con la toma de decisiones. El planeamiento sistemático exige definir y seguir los objetivos.

Los Objetivos son los logros que se pretenden alcanzar como resultado de la acción que se proyecta; éstos describen las perspectivas de la investigación y especifican lo que se espera de los resultados de la investigación.

Los Objetivos deben tener en cuenta factores tales como:

¿Qué tipo de información se necesita?
¿A quién se debe informar los resultados finales de la investigación?

Dada la gran importancia de fijar lo que se pretende alcanzar con un trabajo de investigación, no se debe incurrir en errores de apreciación.
Si los Objetivos son caprichosos, también lo será el plan total, si son demasiado complejos no se logran, “cubrir con exceso los objetivos es una señal tan mala de planificación como no alcanzarlos”. 

Si los Objetivos son demasiado reducidos, producen una mala interpretación. En toda investigación es necesario plantear dos niveles en los objetivos: el general y los específicos.

El Objetivo General: Busca llegar mediante un planeamiento de conjunto, al logro o a los resultados que se pretenden, teniendo en cuenta algunas generalidades de importancia planteadas en el problema.

Los Objetivos Específicos: Indican qué es lo que constituye el objeto directo de investigación y están identificados con las hipótesis empíricas, de tal manera que se relacionen también con las variables operacionales. Por lo tanto para planearlos se deben relacionar con la especificación de los aspectos particulares inherentes al problema y su implicación con la población investigada y sus unidades de observación.

Los objetivos específicos concretan los alcances inmediatos que plantea la razón de ser del trabajo que se pretende realizar y hacia donde se quiere llegar. Son los pasos mediante los cuales es posible llegar al objetivo general.

Hay una lista de verbos abiertos a pocas interpretaciones (verbos que pueden utilizarse para formular objetivos específicos) que son de gran ayuda a la hora de plantearlos. Otro aspecto importante al momento de plantear los objetivos de la investigación es utilizar verbos que puedan lograrse o alcanzar durante el desarrollo de la investigación, a diferencia de aquellos verbos que no dicen nada concreto a la hora de alcanzarlos. A continuación se presenta un grupo de verbos ideales para ser utilizados a la hora de plantear los objetivos específicos.

Pueden ser: Determinar, Identificar, Evaluar, Describir, Formular, , Verificar, Diseñar, Elaborar, Proponer, Analizar, Definir, Conocer, Estudiar y Plantear.

Ojala todos los objetivos propuestos en un estudio pudieran llevarse a cabo, con lo cual se contribuiría a solucionar verdaderos problemas.
http://www.catedraderamiro.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario